Cuando el banco nos ahoga

La gran mayoría de los que disponemos de un hogar hemos tenido que acudir a un banco en busca de la concesión de una hipoteca. Como consecuencia de ello, estaremos obligados a pagar durante gran parte del resto de nuestra vida una cuota mensual a la entidad bancaria a fin de poder mantener esta vivienda y que no nos terminen expropiando, como les ha pasado a muchas familias que no han podido hacer frente a este gasto periódico.

En caso de no poder hacer frente, en lugar de resignarnos, es recomendable tratar de defender al máximo nuestros intereses. Para ello podemos acudir a especialistas en gestión de impagos para que nos asesoren o ayuden con todo este litigio. Lo ideal es contar con alguno de los abogados especializados en créditos e hipotecas, pues ellos nos dirán si es viable conservar la vivienda así como si tenemos la opción de presentar algún tipo de recurso que pueda favorecernos.

En cualquier caso, mientras estemos hipotecados, como mucho podremos considerarnos copropietarios, pues se trata de un contracto que firmamos en las notarías, que son los que constatan por escrito la transacción que se ha realizado y la que determina todas las condiciones que debemos seguir. Sin duda teniendo esto en cuenta será complicado dedicar tiempo para actividades de ocio, tendremos que centrarnos en trabajar y cuidar nuestra salud porque tenemos que finalizar todos los pagos.